Fisioterapia en los Esguinces del Ligamento lateral Interno de la Rodilla
Anatomía
El ligamento lateral interno (LLI) o también llamado colateral medial es uno de los ligamentos más importantes de la rodilla, se encuentra ubicado, como su nombre indica, en la región medial de la articulación de la rodilla. Su origen se sitúa en el epicóndilo medial del fémur, inferior al tubérculo aductor y la inserción la encontramos en la superficie medial de la tibia, por encima y detrás de la inserción de la pata de ganso (compuesta por los tendones de los músculos sartorio, grácil y semitendinoso). Se describen 3 fascículos o capas, la capa más superficial entra en contacto con el músculo sartorio y la grasa anserina y la más profunda con la cápsula posteromedial de la rodilla formando parte de la misma1 dando a su vez fascículos menisco-femorales y menisco-tibiales, por lo que el ligamento lateral interno de la rodilla presenta una relación directa con el menisco interno1,2.
Una de las principales funciones del ligamento es la de dar estabilidad a la articulación de forma pasiva, ayudando a guiar a la articulación en un rango de movimiento óptimo, reaccionando ante fuerzas de valgo (cuando la rodilla se mete hacia dentro) y en menor medida, ante fuerzas de rotación y traslación1.
¿Quién sufre esta lesión?
La incidencia de la lesión del ligamento lateral interno de la rodilla es de un 7,9% de todas las lesiones deportivas, siendo la lesión de rodilla más común en el fútbol y en el esquí alpino2.

¿Cómo se produce la lesión del ligamento lateral interno de la rodilla?
La mayoría de las lesiones de este ligamento implican un movimiento brusco en valgo (hacia dentro) de la rodilla, normalmente provocado por un golpe directo en la cara lateral de la rodilla, teniendo el pie apoyado en el suelo2.
Los pacientes refieren dolor localizado a punta de dedo, asociado en ocasiones a una pequeña inflamación, no suelen presentar inflama